La
Organización Mundial de la Salud establece que una persona con
inteligencia límite es aquella cuyo cociente intelectual se
sitúa entre 70 y 85, es decir, justo por debajo de lo que se
considera normal. La
discapacidad Intelectual Ligera se sitúa entre 50 y 70 de cociente
intelectual.
Estas
personas, además de la discapacidad intelectual presentan déficit
en la capacidad adaptativa al menos en dos de las siguientes áreas
antes de los 18 años: comunicación, cuidado personal, vida
doméstica, habilidades sociales/interpersonales, utilización de
recursos interpersonales, autocontrol, habilidades académicas,
trabajo, ocio, salud y seguridad.
Sin
embargo, las personas con inteligencia límite presentan capacidades
suficientes para, con apoyos, alcanzar buen grado de autonomía en
las actividades de la vida diaria.
El
diagnóstico temprano permite orientar adecuadamente a las personas
con estas características y ofrecerle los apoyos que le permitan
desarrollar sus capacidades así como favorecer una correcta y
adecuada intervención en todos los ámbitos.
Se
identifican una serie de característica:
-
No presentan alteración aparente de los rasgos físicos.
-
Existe un desfase entre su edad cronológica y su edad mental.
-
Carecen de iniciativa y tienen dificultad para generar mecanismos
racionales que les permitan desenvolverse con autonomía en
situaciones cotidianas.
-
Presentan dificultad en la toma de decisiones y la resolución de
conflictos.
-
Presentan dificultad para adaptarse con éxito a situaciones
novedosas.
-
Presentan dificultades en el rendimiento escolar.
-
Presentan dificultad para entablar y mantener relaciones
interpersonales y en la organización del tiempo libre.
-
Tienen baja autoestima y baja tolerancia al fracaso y la frustración.
La
Discapacidad Intelectual ligera, cuando llega a su máximo desarrollo
intelectual, no posee las operaciones formales (abstractas) de la
mente, pero tiene capacidad para la lógica concreta.
Pueden
desarrollar un lenguaje completo en cuanto a la complejidad
morfosintáctica y asimilar los contenidos de los primeros cursos de
enseñanza primaria incluyendo lectoescritura y cálculo básico,
aunque a un ritmo lento y necesitando apoyo suplementario.
Pueden
ejercer un oficio u ocupación en el que no tenga que tomar
decisiones que impliquen abstracción o manejar instrumental
complejo, si tienen sentido de responsabilidad y pueden seguir
instrucciones simples.